CASA PASIVA ALGAIDA, MALLORCA

LOCALIZACIÓN

Algaida, Mallorca


OBJETIVOS ENERGÉTICOS

Certificación Passivhaus


ESTADO

En construcción


La parcela está situada al suroeste del Pla de Mallorca, próxima al núcleo de Algaida. El Pla se sitúa entre las dos regiones más montañosas de Mallorca: la sierra de Tramontana y las sierras de Levante, y se caracteriza por ser una zona con valles abiertos, amplios y con montes de poca altura.

La parcela donde se ubica el proyecto tiene una topografía prácticamente llana, lo que favorece que desde ella tengamos una gran amplitud visual. En la dirección Norte-Noroeste tenemos como telón de fondo, la Sierra de Tramontana y, hacia el Sur-Sureste, el Puig de Randa como elemento más destacado.

Posiblemente debido a un uso agrario distinto en cada una de las parcelas que conforman la parcela resultante, se distinguen dos zonas claramente diferenciadas:

  1. Una zona libre de vegetación, tan solo con pradera.
  2. Zona arbolada, con una marcada linealidad que sigue la traza principal de la parcela, con una forma rectangular, y una proporción alargada en el eje norteste-suroeste.

UBICACIÓN EN LA PARCELA:
Dadas las dimensiones de la parcela (18,772 m²) y su topografía prácticamente llana, resulta posible situar la vivienda en cualquier posición. No existen condicionantes físicos que determinen una u otra ubicación. La elección de esta será la primera decisión del proyecto.

En estas circunstancias, y teniendo en cuenta además que por el tipo de suelo al que pertenece la parcela nos encontramos en un entorno poco edificado, el criterio que determina la posición de la vivienda es que esta genere el menor impacto visual posible. Que se «esconda» entre los elementos existentes en la parcela, integrándose entre ellos de manera que la edificación siempre se perciba de forma parcial, tanto en su visión desde el entorno próximo a la parcela como desde puntos más alejados.

Estas intenciones del proyecto hacen que desde el inicio se desestime como ubicación posible toda la zona de parcela libre de vegetación, ya que en este caso la vivienda quedaría como un elemento aislado, en medio de una zona llana sin relación ni protección de ningún tipo, perceptible en su totalidad desde cualquier punto. En consecuencia, se plantea situar la vivienda en la zona de arboleda, descrita anteriormente con la parcela, con el condicionante añadido (y lógico), de que para ello no sea necesario talar ningún árbol.

Con este objetivo, en primer lugar se situaron en el plano de parcela todos los árboles existentes, identificando las distintas especies, en particular si son de hoja caduca o perenne (ya que los árboles también servirán de protección solar en verano, pero en invierno ha de ser posible la máxima captación solar de la vivienda), y se realizó un levantamiento fotográfico de todos ellos. A continuación, se adjunta el plano del análisis realizado:

Tras este análisis, se identifica como elemento principal una línea de árboles que parece seguir los límites del parcelario original. Con una primera parte, la más próxima al camino, en la que los árboles son jóvenes y por tanto de escasa entidad. Y el resto, con árboles de mayor porte, en el que destaca el algarrobo que aparece en la fotografía adjunta.

Esta línea no es homogénea, presenta discontinuidades, lo que se aprovecha para ubicar la vivienda sin afectar al arbolado existente. Tras la primera parte de árboles jóvenes, aparece un grupo de cerezos, un vacío y posteriormente el algarrobo citado anteriormente. El proyecto se ubica en ese vacío, ya que reúne las condiciones necesarias para cumplir los criterios expuestos:

  • En primer lugar, es un espacio suficientemente grande para ubicar la vivienda sin talar ningún árbol y mantener una distancia entre estos y la edificación de forma que no se perjudiquen. Para comprobar esto se midió, mediante triangulaciones, la posición exacta de los árboles.
  • En segundo lugar, los árboles que rodean este vacío tienen la dimensión suficiente como para conseguir que la vivienda se «esconda» entre ellos. Por ejemplo, el algarrobo tiene una altura aproximada de 8 m. La edificación quedará oculta parcialmente tras estos desde las vistas próximas a la parcela y su entorno. Se percibirá integrada entre estos, consiguiendo con ello reducir al máximo el impacto visual que genera.

DESCRIPCIÓN GENERAL DEL EDIFICIO:
Una vez decidida la ubicación en la parcela, el proyecto continúa su desarrollo en base a los mismos criterios de integración, respeto y relación con el entorno.

La idea que da forma a la edificación proyectada es que esta se incorpore a la línea de árboles completando el vacío existente. Obviamente será un elemento artificial, pero condicionado por las directrices impuestas por los elementos naturales que lo rodean. Ha de estar supeditado a estos.

Consideramos que de estas directrices, las de mayor importancia son dos:

  1. La traza marcada por la línea de árboles, que sigue la orientación NE-SO y que determinará la disposición en planta de la vivienda.
  2. La altura de los árboles que rodean la ubicación de la vivienda, con una dimensión aproximada de 8 m. y que determinará la distribución de alturas de la edificación, que buscará la protección visual y de soleamiento que le ofrecen estos.

Para dar respuesta a estos condicionantes, el proyecto se resuelve utilizando materiales y elementos constructivos tradicionales en la arquitectura popular mallorquina. No sólo se busca la integración paisajística de la vivienda, sino que además esta ha de adaptarse a los modelos tradicionales, mediante la utilización de materiales, texturas y colores propios de la tierra, resueltos con formas volumétricas sencillas.

La construcción con piedra seca, en edificaciones completas o en parte de ellas como los zócalos; o en otros elementos constructivos, como las cercas de separación entre parcelas, constituyen el punto de partida del proyecto. Estos tres elementos (volumen edificado, zócalo y cerca de piedra seca) serán los que definan la edificación. El resto simplemente se apoya en ellos.

Situándonos en una posición central en el vacío existente entre los árboles, se plantea un volumen edificado con acabado en piedra seca, que se extiende en forma de zócalo del mismo material siguiendo la traza marcada por los elementos naturales de la parcela.

El volumen edificado en piedra seca constituirá el núcleo principal de la edificación, hacia el cual confluyen el resto de elementos. Y junto con el zócalo, será la base sobre la que se desarrollará el resto. Este volumen se proyecta con cubierta plana (cumpliendo la exigencia normativa de que su superficie sea inferior al 20% de la ocupada por la edificación), de forma que se mantenga la línea horizontal, paralela al terreno, en todos los elementos materializados en piedra seca (volumen y zócalo).

Orientado inicialmente siguiendo la línea marcada por los árboles, en dirección NE-SO, se plantea un giro de 25º hacia el sur en aproximadamente la mitad de este elemento, con el objetivo de mejorar la orientación de la vivienda a efectos energéticos. En invierno, aumentamos la captación de radiación solar. Y en verano, resultará más fácil protegernos del sol al tener este un ángulo de incidencia más alto.

A continuación, se adjunta un esquema con los planteamientos descritos.

Sobre la base descrita, el resto de la edificación se materializa mediante dos volúmenes sencillos, con la cubierta inclinada a un agua con pendiente y acabado tradicional de teja árabe. Ambos surgen del volumen de piedra seca, que queda de esta forma situado en el centro del conjunto, potenciando con ello su imagen de núcleo, y que se expande hacia el resto de la edificación mediante el zócalo.

Las cubiertas inclinadas parten del nivel horizontal marcado por el volumen de piedra, para crecer a medida que se alejan de este con una pendiente del 28 y del 25 % respectivamente (volumen 1 y volumen 2).

Como se comentó anteriormente, dado que nos encontramos en un entorno poco edificado y con una topografía prácticamente llana, para conseguir que la vivienda genere el menor impacto visual esta se ubica entre los elementos naturales existentes en la parcela. Los árboles que rodean el vacío en el que se ubica la vivienda, con una altura aproximada de 8 m., tienen la dimensión suficiente como para conseguir que la vivienda se «esconda» entre ellos.

El planteamiento que ha definido la posición en planta de la edificación resulta igualmente válido para definir sus secciones y alzados, lo que hace que la pendiente de las cubiertas inclinadas se proyecte de forma que las partes más altas del volumen edificado se sitúen en los puntos más próximos a los árboles.

La cercanía entre la vivienda y los árboles hace que la función de estos últimos como pantalla visual resulte más efectiva. Cuanto menor sea esta distancia, los árboles ocultarán más volumen edificado desde más puntos de vista. La vivienda busca aprovechar este efecto, pero manteniendo la separación suficiente como para no perjudicar a lo elementos naturales preexistentes.

Por otra parte, dado que la altura de la edificación se sitúa por debajo de los árboles, la presencia de esta se verá reducida y en proporción con su entorno próximo. La vivienda quedará integrada dentro de este, con una relación que además plantea la distribución de alturas como una transición, un puente entre los niveles definidos por los árboles.

Por último, la organización de las cubiertas tiene también un carácter funcional, ya que facilita la recogida y reutilización de las aguas pluviales. Como se indica en los planos, se sitúa un aljibe sobre la parte central con cubierta plana.

El resultado final de todo lo expuesto da lugar a una edificación con una geometría clara y sencilla, directamente relacionada con su entorno más próximo. Un elemento principal en piedra seca, que mantiene la horizontalidad definida por un terreno prácticamente llano. Y dos volúmenes con la cubierta de teja árabe, inclinada a un agua. Materiales y formas reconocibles en la arquitectura tradicional mallorquina.

ESTRATEGIAS DE DISEÑO BIOCLIMÁTICO, ENERGÉTICO Y DE DISTRIBUCIÓN:
El edificio proyectado, para uso como vivienda unifamiliar, se ha diseñado con el objetivo principal de realizar un edificio de consumo energético casi nulo bajo el estándar Passivhaus.

Para conseguir cumplir estos parámetros, es fundamental conocer en detalle las condiciones climáticas del lugar y hacer un uso inteligente, térmica y ambientalmente, de lo que ofrece el «exterior» a beneficio del «interior». Con estas premisas, será posible proyectar una solución optimizada y conseguir una vivienda que conjugue un elevado confort interior y un consumo energético casi nulo. En base a esto, como punto de partida para la realización del proyecto, se ha hecho un estudio de la climatología local.

En nuestro caso, la climatología de las Islas Baleares es típicamente mediterránea. Nos encontramos con inviernos suaves con temperaturas por debajo de 0ºC muy poco frecuentes y veranos calurosos. Por tanto, en este proyecto, dado que los inviernos son relativamente suaves y la demanda de calefacción reducida, nuestra prioridad es la refrigeración pasiva y la protección solar en la época estival.

ESTRATEGIAS PASIVAS DE DISEÑO EN VERANO:

  • Aprovechar la circulación de los vientos dominantes para favorecer una refrigeración pasiva: ventilación cruzada entre distintas fachadas.
  • Inercia térmica: muros de carga de termoarcilla.
  • Protección sola: mallorquinas y árboles de hoja caduca.

Para terminar con la descripción y justificación del proyecto, tenemos que hacer referencia a los aspectos de funcionamiento de la misma. Casi toda ella se resuelve en planta baja diferenciando las zonas de día y de noche. Como se ha comentado anteriormente, la planta baja se resuelve a dos alturas diferentes respecto a la rasante del terreno. Las zonas de día, formadas por el salón, cocina, despensa y hall de entrada se sitúan a una cota inferior, más vinculadas al espacio exterior, y por otro lado, la zona de noche formada por una habitacion, una salita y un baño que se situarían a una cota superior, con acceso desde la zona de día a través de 3 peldaños. Los espacios de comunicación se intentan reducir pasando a formar parte de los espacios de vida de la vivienda. En planta primera se sitúa una habitación principal con baño, con un acceso desde la zona de día, que busca a través de los huecos de ventanas, las vistas hacia la Sierra de Tramontana.